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El momento en el que programas tus vacaciones y disfrutas de tu veraneo produce una ilusión especial pero sin duda, el regreso al hogar también produce la inmensa alegría de estar en casa porque ya se sabe que como en el hogar no se está en ningún sitio.

El regreso a la rutina tiene añadida una connotación menos agradable como la de volver a las ocupaciones y responsabilidades del día a día dejando atrás el ocio absoluto de las vacaciones para hacer este proceso de adaptación al cambio.

¿Cómo hacer que este cambio sea totalmente positivo?

Cómo adaptarte a la rutina tras el regreso de las vacaciones1. En primer lugar, deja de lado las prisas y tómate la vuelta a la rutina con calma. Todo proceso de adaptación es más agradable cuando es gradual.

2. Es recomendable finalizar las vacaciones de verano tres o cuatro días antes de la vuelta al trabajo para poder volver a casa y organizar todos los preparativos del regreso con calma. Volver hoy de viaje para ir mañana a la oficina produce tristeza y ansiedad.

3. Además, también es recomendable regresar unos días antes del veraneo para adaptar los horarios de una forma progresiva a la nueva rutina laboral. De esta forma, el cambio es menos brusco. Pero además, este margen de tiempo también es fantástico para disfrutar durante unos días de la tranquilidad del hogar y así aprovechar para organizar planes tranquilos como ver una peli, preparar una cena sorpresa para tu pareja, leer un buen libro o una revista de moda, responder los correos electrónicos pendientes, echar un vistazo a las fotos del verano…

4. Piensa en todo lo positivo que te aporta la vuelta a la rutina, por ejemplo, la alegría de quedar con tus amigos para compartir confidencias sobre las anécdotas de la temporada estival. Además, también puedes visitar a tus familiares para contarles cómo ha ido tu viaje. Los reencuentros personales aportan autoestima, pensamiento positivo, reconocimiento, confianza, ilusión y felicidad. Reencontrarte con alguien después de haberle echado de menos, aporta felicidad.

5. Puedes aprovechar el final de la temporada de rebajas para hacer algunas compras pendientes en el caso de que necesites renovar tu fondo de armario.

6. El inicio de una nueva etapa es un momento fantástico para hacer cambios en aquellas cosas de la rutina que quieres modificar y perfeccionar esas áreas que te hacen sentir bien tal y como están. Por ejemplo, puedes buscar la forma de dedicar más tiempo en tu agenda a practicar una afición que te gusta. Vive de una forma consciente y toma las riendas de tu destino.

7. Enfoca tu atención en todo lo positivo de la vuelta a la rutina. Puedes elaborar una lista con cincuenta buenas razones de volver al trabajo y colocar esa lista en un lugar visible de tu habitación.