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Cuando se decide bajar de peso y hacerlo de manera coordinada, con una dieta equilibrada y diseñada de forma personalizada por un especialista, el profesional tendrá en cuenta la cantidad de kilocalorías (energía) que ese paciente necesita en base a su tipo y nivel de actividad física, estatura, sexo y edad.

Así, se ajustará el número de kilocalorías al peso que se ha estipulado como meta para esa persona siendo recomendable  que esa meta total a su vez se divida en varias etapas o metas de peso, teniendo en cuenta los kilos que se desean bajar.

El hecho de hacer un manejo por etapas o metas intermedias es la mejor forma para mantener la motivación durante todo el proceso de adelgazamiento y además una forma de no disminuir de manera brusca el consumo de alimentos que ese paciente estaba acostumbrado a ingerir.

De esta forma y dependiendo del peso actual de la persona cuando comienza el tratamiento para adelgazar se diagrama la primera meta de peso, que no tiene porque ser la del peso ideal al que se desea llegar.

La primera etapa además,  también se calcula en base a un lapso de tiempo, por ejemplo se calcula cuanto la persona puede bajar en una semana (1 kg por semana) se calcula entonces que en un mes habrá bajado aproximadamente unos 4 kilos. Si esta meta se ha cumplido una vez transcurrido el mes se hará un nuevo ajuste en las kilocalorías.

Este tipo de ajuste que se realiza pasado el primer mes,  tiene como fundamento el hecho que el cuerpo ya no es igual al de un mes atrás, lo más probable es que haya disminuido su grasa corporal y aumentado la masa muscular,  por lo tanto el requerimiento de alimentos será totalmente diferente.

Si este ajuste no se realiza lo más seguro es que no se podrá seguir bajando de peso sino que éste quedará estancado en la cifra alcanzada.

Llegó el momento entonces de poner una nueva meta de peso y volver a realizar los ajustes en la dieta para esta segunda etapa del régimen de adelgazamiento.

Es importante comprender que al dirigirse hacia otro peso el requerimiento calórico debe cambiar y así poder ver los cambios en el cuerpo.

Sin embargo, si se sigue con los mismos alimentos y combinaciones anteriores lo más probable es que esto no sea suficiente y ya no funcione, produciéndose un estancamiento en el descenso de peso.

Por ello, cada vez que exista un cambio significativamente tanto en medidas como en composición corporal debe acompañarse con un cambio de dieta, ya sea para aumentar o para disminuir la ingesta de alimentos y de esta forma avanzar a la siguiente meta de peso.