Conviene recordar, antes de nada, que un vientre con grasa acumulada no se ha formado de la noche a la mañana. Han hecho falta varias semanas e incluso varios meses para llegar a conseguirlo, y por tanto hará falta tanto tiempo o más para desprenderse de él.

Los programas que prometen resultados rápidos tienen consecuencias catastróficas para la salud. La primera cosa a tener en cuenta es la de programar la mente para que se dé cuenta de que es necesario perder la grasa del vientre lentamente para llegar a conseguir un cuerpo y una salud deseables.

Los cambios radicales no duran largo tiempo y los efectos secundarios pueden ser peligrosos. Cada mañana, conviene empezar por realizar cosas sencillas, como caminar una cierta distancia, organizar algunos estiramientos. Si pensáis estar preparadas para comprometeros en actividades más rigurosas, entonces conviene aumentar su intensidad.

Régimen

Perder la grasa abdominal

Antes de nada debemos recordar que la clave para tener un vientre plano es perder la cantidad de grasa que se ha acumulado. La grasa abdominal es la última que se va, por tanto es lo más duro de conseguir.

Hombres y mujeres no son iguales frente a la acumulación de grasa intraabdominal. La grasa abdominal en las mujeres está provocada principalmente por dos cosas: el estrés y las hormonas. Luego viene el aporte de calorías.

Consumir más fibra

Es necesario consumir más fibra. Como comemos cada vez más alimentos transformamos y que producimos menos cereales integrales, las fibras naturales de la alimentación suelen ser escasas. De media, una persona debería consumir 25 gramos de fibra a diario. Las personas serias que desean eliminar la grasa abdominal rápidamente deberían aumentar su consumo de fibras a 35 gr.

Cuidado con los glúcidos

Ciertos regímenes demonizan exageradamente los glúcidos, ya que aportan muchas calorías y pueden aumentar la masa intermedia. Los glúcidos no deberían representar más del 60% de las calorías en un régimen para perder la grasa abdominal. Los glúcidos deben representar al menos el 45% de la alimentación. Así pues, el equilibrio es la clave. La mayoría de los glúcidos deben provenir de las frutas y verduras, y se deben evitar los alimentos con una alta tasa de glúcidos y ricos en calorías, como la repostería.

Beber agua

Muchas personas creen que beber mucha agua provoca un vientre hinchado. Pero el agua elimina el sodio del organismo y ayuda a reducir la hinchazón. Veamos varias formas de conocer si disponemos de bastante agua. Si se siente sed, entonces estamos deshidratados. No conviene tener una falta de agua durante un tiempo prolongado. Otro medio de vigilar este punto es controlar el color de la orina. Si se bebe agua de forma suficiente, la orina será casi incolora.

Reducir el aporte de sodio

Limitar el consumo de sodio es fundamental, ya que provoca hinchazón. Una mujer solo necesita 500 miligramos de sodio al día para que las funciones naturales del cuerpo trabajen. Se puede limitar el sodio eligiendo alimentos frescos y naturales.

Repartir el consumo de calorías de forma inteligente

Debemos tomar una cena ligera y cerrar la puerta de la cocina con doble vuelta de llave. Las calorías se deben tomar durante el día, mientras estamos en activo, puesto que esto permite la pérdida de peso. Normalmente se come de forma inconsciente por la noche. Nos sentamos delante de la televisión con una bolsa de patatas chips, y antes de darnos cuenta, la bolsa está vacía.

Otra ventaja de comer ligero por la noche es que nos despertamos con hambre para desayunar correctamente. Las personas que quieren un buen desayuno son susceptibles de perder peso. Para tener un vientre plano y perder la grasa abdominal, siempre hay que estar pendiente de lo que se come. Cuando se ingieren alimentos sanos y naturales, podemos desarrollar el cuerpo que deseamos. Esta es la clave de un régimen para perder la grasa abdominal.

En conclusión

La acumulación de grasa intraabdominal es nefasta para la salud, y es la causa de muchos problemas de salud, concretamente nos referimos a los riesgos cardiovasculares, el infarto, la diabetes de tipo 2, la hipertensión, y muchos otros problemas relacionados con el sobrepeso.