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Existe un pilar básico de la salud: el descanso. El cuerpo y la mente reconectan con su energía natural a través de esos periodos de descanso que son fundamentales para restablecer la armonía del bienestar. Algunos hábitos muy propios del tiempo actual como ver la televisión hasta tarde o interrumpir el sueño nocturno al consultar el teléfono móvil, son posibles obstáculos que roban calidad a ese deseado descanso.

Pero sin duda, el cuidado de la piel también se ve alterado por la falta del sueño reparador. El sueño saludable es una medicina natural para prevenir la aparición del estrés o mitigar su efecto cuando ya han empezado a producirse los primeros síntomas.

Efectos negativos de la falta de descanso

Sin embargo, la falta de sueño limita la resiliencia natural del organismo. Por ejemplo, es habitual que algunas enfermedades de la piel se intensifiquen bajo un cuadro de estrés agudo. Algunas patologías tratadas por la dermatología se agravan cuando falta el descanso necesario en la rutina del paciente.

Efectos de la falta de sueño en el cuidado de la piel

La expresión facial es uno de los canales de comunicación más importantes del lenguaje corporal. En relación con este punto, la falta de descanso produce la huella de esas inevitables ojeras que son fácilmente percibidas por los demás. Ojeras que transmiten cansancio, malestar y que además de su trasfondo emocional también dejan una huella estética. Por tanto, el descanso no solo produce salud sino que también alimenta la belleza natural que hay en ti.

Tu organismo conecta con su propio equilibrio natural a partir de ese tiempo de descanso necesario y saludable. En relación con el cuidado de la piel, algunos hábitos también están vinculados con el propio ritual del sueño. Por ejemplo, no olvides desmaquillarte antes de acostarte. Igualmente, en el mercado de la cosmética puedes encontrar cremas de noche que nutren tu piel gracias a su efecto hidratante.

Pero además, mientras que el descanso adecuado mejora tu estado de ánimo, algo que influye de forma positiva en el mantenimiento de unos hábitos saludables, por el contrario, la falta de descanso produce una predisposición contraria en la actitud como consecuencia del cansancio que favorece el mal humor. 

Además, el momento antes de acostarte y el inicio de la jornada son dos momentos especialmente determinantes de tu rutina para promover el cuidado general de la salud. El hábito de realizar un ejercicio de relajación al acostarte y levantarte es una disciplina de bienestar para incrementar los niveles de relajación y liberar las tensiones acumuladas. 

El descanso es un medio de salud natural

El descanso es un hábito de bienestar fundamental incluso con la felicidad. Así lo muestran muchos de los sueños dulces que alimentan tu inconsciente mientras descansas. Sueños que dejan un recuerdo feliz en tu memoria al despertar. Y la felicidad, como la mejor crema hidratante, deja huella en la memoria de la piel. 

El periodo de vacaciones es un buen momento para darte un capricho de bienestar. Y fomentar el placer de dormir sin la presión de madrugar a la mañana siguiente.