Se acabaron los regímenes hiperproteicos, los regímenes sin gluten o a base de sopa que causan frustraciones, ansiedad y tristeza. Sin embargo, nos concedemos pequeños placeres, como un postre a base de chocolate al mediodía, y manteniendo siempre una alimentación sana y variada con, evidentemente, un poco de actividad física, pero tampoco demasiada.

Acabar con el picoteo

Pero, con una sola condición, suprimir el picoteo. Un hábito bastante nefasto, que hace que se aumente de peso en un momento y del que no es tan difícil deshacerse.

En invierno, cuando hace frío, cuando los días son oscuros, el hambre surge de forma inesperada. Por la mañana, al mediodía, por la tarde, durante todo el tiempo sentimos ganas irrefrenables de comer. En estos momentos, tenemos tendencia a lanzarnos sobre alimentos accesibles y tentadores, nefastos para el organismo y nada del todo equilibrados.

Veamos por lo tanto algunos consejos milagro para controlar el hambre sin recurrir al picoteo.

Zanahoria para adelgazar

Un buen desayuno para evitar el picoteo de las 10 h

¿Tenéis por costumbre saltaros el desayuno por falta de tiempo? Habrá que hacer un esfuerzo para levantarse un poco antes. El desayuno es la comida más importante del día y no se puede descuidar. Saltarse el desayuno ay llevarse algo de repostería a la oficina no es una buena idea. Conviene tomarse 10 minutos para comer dos o tres rebanadas de pan integral, un zumo de fruta, un té, y un bol de leche para evitar el hambre que surge a las 10 h. Además, conviene saber que por la mañana prácticamente nos podemos permitir todo, puesto que se dispone de todo el día para quemar las calorías.

Productos saciantes a base de frutas

La manzana es el saciante indispensable en cualquier régimen. Con solo 80 kilocalorías, sacia rápidamente y permite olvidarse prácticamente del picoteo de media mañana. El secreto está en la pectina, una fibra soluble contenida en gran cantidad y que tiene la capacidad de calmar el apetito formando un gel en el estómago.

El membrillo, es una fruta muy deliciosa pero menos conocida. Tiene las mismas virtudes que la manzana con un extra, una tasa de azúcar todavía más baja que la manzana. Así pues, un buen hábito puede ser llevar en el bolso algunas frutas para poder picotear durante el día sin complejo de culpa.

El salvado de avena, un saciante natural

Un pequeño consejo muy eficaz es añadir una pizca de salvado de avena en el plato. El salvado de avena permite acelerar la sensación de saciedad durante la comida. Es muy eficaz si tenéis la costumbre de serviros varias veces. Además, es muy beneficioso porque sus propiedades dermatológicas son increíbles. No solamente se controla el hambre, sino que se renueva la piel.

El té verde y el zumo de tomate

Si os gusta el zumo de frutas fresco, se debe priorizar el zumo de tomate, que es pobre en calorías. Su textura más gruesa permite llenar más rápidamente el estómago, y por consiguiente, evitar el picoteo entre comidas.

Beber dos tazas de té al día limita la sensación de hambre y aporta al organismo un efecto desintoxicante. Finalmente, si no os gusta ni el zumo de tomate ni el té, la otra solución natural es beber un vaso de agua, ya que se trata del remedio más fácil de todos los propuestos para calmar el apetito.