Se trata a la vez de una verdura y de una planta medicinal. La zanahoria fresca, en cápsulas, o en forma de zumo o de aceite esencial cuida de nuestro cuerpo y de nuestra belleza. Desde hace mucho tiempo, la zanahoria se cultiva en Europa por sus propiedades culinarias.

Beneficios para la salud

La zanahoria es amiga del hígado y de los intestinos. En puré, es un buen aliado para combatir los problemas gastrohepáticos. La zanahoria armoniza las funciones intestinales como el estreñimiento o la diarrea. En preparado farmacéutico, o en puré, con el mismo peso de arroz bien cocido, la zanahoria da excelentes resultados, concretamente en caso de diarrea en los lactantes.

También es diurética y aumenta el volumen de la orina. En zumo fresco o en puré, la zanahoria ayuda a combatir el reuma, la gota o la artritis. Es una verdura rica en provitamina A y favorece la asimilación de proteínas y la constitución de tejidos, por lo tanto es indispensable en período de crecimiento y de debilidad.

La zanahoria aumenta la visión nocturna, mejorando la acuidad visual. Las manchas blancas de la piel pueden disminuir por el consumo de zumo de zanahoria fresca.

Zanahoria y cuidados de la piel

A razón de una cucharada sopera al día, este zumo refuerza las defensas inmunitarias de pequeños y grandes, y combate los primeros embistes del invierno.

El betacaroteno contenido en la zanahoria es una vitamina para la belleza, muy eficaz para la piel. Este elemento natural prepara la piel para la exposición solar, previene las alergias solares y acelera el bronceado, aumentando la producción de melanina. La zanahoria en zumo fresco o en forma de cápsulas os dará un tono radiante bajo el sol.