El día de la boda, estaréis en el centro de todos los focos. Las cámaras de fotos y de vídeo estarán continuamente fijándose en vosotras, durante la ceremonia, y luego en el convite. Además, se fijarán sin lugar a dudas en vuestras manos y uñas, especialmente en el momento del intercambio de las alianzas, o en el momento de la firma de los documentos oficiales.

Unas uñas rotas, o debilitadas no darán muy buen efecto. ¿La solución? Hacerse la manicura. Pero más que esconder los pequeños defectos de las uñas, será la ocasión de darle el toque final al vestido, el peinado y el maquillaje que ya habréis elegido con mucho cuidado.

Las sesiones de manicura están destinadas tanto para la futura novia como para el futuro esposo. Así pues, se pueden aplicar estos cuidados en solitario o acompañadas, y así disfrutar juntos de estos últimos preparativos. Para ella, la manicura se basará esencialmente en toda clase de cuidados destinados a suavizar las manos y las uñas. Por su lado, el futuro esposo aprovechará estos cuidados aplicando una mascarilla para las manos y la uniformidad de las uñas, gracias a una lima, y finalmente a un crema nutriente que embellezca las manos Manicura mujerpara ese gran día.

La manicura para una boda

Para la manicura de la boda, existen dos posibles elecciones: el cuidado de las uñas en casa, o recurrir a un profesional de la estética y de las uñas. En el primer caso, basta con seguir las etapas esenciales de una manicura ordinaria, que va desde una mascarilla para las manos, a la aplicación del esmalte, pasando por la uniformidad de los contornos. Si acudís a un centro de belleza o llamando a un profesional de la estética a domicilio, tendréis una amplia elección para una manicura específica para la boda. En el mismo sentido, estaréis seguras de obtener el resultado deseado, para tener unas manos bonitas e ideales para ese día tan especial.

En un primer momento, los expertos ofrecerán una french manucure, muy en boga en las bodas, con el fin de presentar ese lado más glamuroso y elegante. Si vuestras uñas están comidas o rotas, os aconsejarán la colocación de uñas postizas. Si tenéis uñas largas y en perfecto estado, se puede elegir un esmalte beige, transparente o rosa pastel, para un efecto mucho más natural. Las más extravagantes pueden aportar ese toque de originalidad y de alegría, optando por unos pequeños sitckers, o utilizar un esmalte de color flashy.

En definitiva, todo depende del gusto y del estilo personal de cada mujer. Lo que está claro es que la manicura es un elemento fundamental en el conjunto de la estética para una boda. Descuidar este elemento supone ensombrecer el resto del look que habitualmente se prepara con mucho cuidado y mimo.