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Tan importante como una dieta balanceada una correcta hidratación durante el embarazo es clave para la salud, sobre todo porque el agua es fundamental para generar un aumento del volumen sanguíneo de la mujer embarazada.

Es importante prevenir la deshidratación ya que es un riesgo al que una embaraza está más expuesta pues ya de por si el embarazo implica una serie de cambios fisiolgócios que requieren un aumento de la hidratación, sobre todo para ayudar a la formación del líquido amniótico asegurando también el correcto crecimiento del feto.

Pautas a tener en cuenta para lograr una buena hidratación durante el embarazo

Los cambios hormonales que se producen en el organismo durante el embarazo hacen que la mujer tenga más sed, esto se traduce en que el organismo tarda más tiempo en avisar a través de esa sed que necesita beber, por ello la importancia de no esperar esa señal y beber agua aún cuando no se tenga deseos de hacerlo.

Si además, la embarazada practica alguna actividad física o está cursando su embarazo en verano, el aumento de la ingesta de líquido es fundamenta, ya que el calor ambiente hace que el cuerpo pierda mayor cantidad de agua a través de la transpiración.

Durante los primeros meses de embarazo muchas mujeres tienen episodios de vómitos, otra cosa a tener en cuenta pues produce deshidratación. En estos casos lo recomendable es optar por bebidas ricas en sales minerales o las popularmente conocidas como isotónicas.

También se puede incrementar la ingesta de líquidos durante las comidas incluyendo en el menú alimentos ricos en agua, sobre todo frutas como el melón o sandía, además de vegetales como lechuga, apio y espinaca.

hidratación y embarazo

Es importante controlar siempre el color de la orina, si es más oscura que lo habitual será necesario aumentar los líquidos ya que este síntoma puede representa un cuadro de deshidratación por lo tanto también será necesario consultar con el médico para eventualmente modificar la cantidad de líquido diario que se ingiere.

Aumentar durante el embarazo, la ingesta de líquido hasta 300 ml más de lo que necesita un adulto promedio, esto representa unos diez vasos de agua al día en lugar de los ocho que normalmente se recomienda.

Beber agua mineral es mejor porque aporta al organismo minerales y oligoelementos, además de ser natural y no requerir ningún tratamiento previo de filtrado antes del consumo, además de no aportar calorías, algo importante porque durante el embarazo también es importante controlar el peso.

Una ingesta adecuada de agua durante el embarazo ayuda también a controlar algunas molestias asociadas con esta etapa de la vida de la mujer, tales como la acidez o el estreñimiento.

Edemas y retención de líquidos son dos molestias típicas durante el embarazo que puede aliviarse eliminado el sodio de la dieta y bebiendo abundante agua durante todo el día, pues esto también aumenta la micción y depura el organismo eliminando toxinas evitando las tan comunes infecciones urinarias.

Por último, el incremento en la ingesta de agua ayuda a que la mujer embarazada no sufra edemas de pies y manos, ya que cuando se restringe el uso de agua el organismo tiende a retener líquido para evitar que el cuerpo se deshidrate.