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La decisión de la boda es una de esas elecciones que marca un punto de inflexión en tu vida, es decir, es una decisión que tiene consecuencias de futuro. Por esta razón, cualquier persona debe pensar con tranquilidad si quiere dar este paso porque ha encontrado a una persona compatible con la que afianzar un futuro en común. ¿Cómo saber si estás preparada para casarte?

Cómo tomar una decisión de boda

1. El balance que realizas de la etapa de noviazgo es muy positivo. Ha sido una relación madura en la que ambos habéis abordado temas importantes para vuestra vida en común. Por ejemplo, habéis compartido expectativas de futuro y cómo os gustaría que fuese este mañana. ¿Es compatible tu proyecto de vida con el de tu pareja?

Cómo saber si estás preparada para casarte

2. Te sientes feliz por haber encontrado a una pareja que suma tantas cosas buenas a tu vida. Es decir, es un amor pleno que no está basado en la dependencia, la necesidad emocional o el apego. Eres consciente de que tu felicidad no depende de tu pareja sino de ti misma. Y vuestra relación se afianza en la libertad de ser vosotros mismos.

3. Ambos tenéis recursos de comunicación asertiva para solucionar los conflictos que de un modo natural se producen en la convivencia. Es decir, desde tu experiencia, consideras que tenéis capacidad de gestionar las diferencias desde el respeto, el sentido común y la amabilidad.

4. Estás enamorada de las virtudes de tu pareja pero también eres consciente de sus defectos. El verdadero amor no nace de personas perfectas sino de seres humanos con fortalezas y debilidades que se superan a sí mismas en la experiencia de amar y ser amadas.

Toma la decisión con la mente y el corazón

5. La idea de la boda te hace feliz, es un proyecto que conecta con tus valores y tu forma de entender un amor consolidado en un proyecto de futuro. Una persona no está preparada para casarse si visualiza el futuro posterior desde la perspectiva del pensamiento negativo y las dudas.

6. Una boda no cambia tu vida, sin embargo, sí son muchas las cuestiones que cambian en la convivencia de una persona cuando deja de vivir sola para compartir casa con su pareja. Si estás ilusionada ante la idea de compartir una parte importante de tu tiempo con tu pareja para construir vuestro propio hogar, este es un buen síntoma.

7. Si solo te casas por hacer felices a tus padres o porque tu pareja te insiste hasta el infinito pero esta idea produce un rechazo en tu interior, entonces, no renuncies a tu propio criterio.

8. Si te casas con la idea de que con el tiempo, tu pareja cambiará algunos comportamientos que no te gustan, entonces, tampoco es una buena idea la decisión de la boda. Ninguna persona cambia si no lo desea por sí misma.

9. Estás enamorada y quieres a tu pareja de un modo inconcidional. Sientes que nunca has querido a nadie de igual modo. Y también, te sientes tan querida y respetada.

10. Estás preparada para casarte si esta boda ocupa un lugar importante en tu lista de prioridades y quieres vivir con el corazón, desde la intimidad de tu ser, esta etapa. 

Una boda es una decisión que nace de la libertad. Valora los pros y los contras y actúa, no solo con el corazón sino también, con la mente.