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Gestionar bien el tiempo es una habilidad muy valorada por las empresas con relación a sus empleados, sobre todo porque este factor no solo mejora la productividad sino también hace más competente la organización del trabajo.

Además, un profesional que pueda ejecutar varias tareas en poco tiempo siempre resultará rentable para una empresa, a pesar de que alcanzar ese nivel es una tarea que lleva tiempo y disciplina cumpliendo objetivos previamente fijados.

como optimizar nuestro tiempoEs recomendable en primer lugar analizar las tareas concretas que deben realizarse diariamente para conseguir que los objetivos planteados puedan realizarse de forma efectiva y delegar aquellas que no podrán cumplirse en el tiempo requerido.

Otro punto importante es reflexionar acerca del tiempo que requiere cada tarea a ejecutar y si éstas superan el total de horas de la jornada laboral será necesario estudiar ciertos ajustes y reducir el tiempo previamente asignado a cada tarea preparando un nuevo cronograma de trabajo.

Por lo general, la pérdida de tiempo en realizar las tareas tiene múltiples causas y entre ellas están los malos hábitos que se hace difícil dejar atrás ya que se trata de un patrón rígido instalado en la mente que impide hacer una misma tarea pero de otra forma y obteniendo un resultado más aceptable.

Planificar utilizando un criterio lógico se hace necesario para optimizar el tiempo en el trabajo, siendo la agenda una herramienta básica que es posible utilizar para hacer una previsión de tareas semanales y hasta mensuales, siempre con un orden lógico para las más urgentes primero y las menos importantes en segundo término.

Se ahorra mucho tiempo se se agrupan las tareas a realizar por afinidad y dentro de una franja horaria, como llamadas y visitas para las primeras horas de la mañana e ir revisando la agenda periódicamente y evitando así que queden tareas pendientes.

Además, a cada tarea se le asignará un tiempo y será necesario cumplirlo en la medida de los posible, con una cierta flexibilidad que siempre se puede poner en marcha previendo cómo irá el día.

Por otra parte, cada persona conoce mejor sus horas de mayor rendimiento que es posible adaptar al tipo de trabajo que se desarrolla habitualmente, de allí que las tareas que requieren de mayor concentración podrán agendarse dentro de esa franja horaria, sobre todo aquellos trabajos que son prioritarios

Cuando concluye la jornada es recomendable destinar unos minutos a revisar todas las tareas que ya se han completado y cuáles son las que quedaron pendientes que deberán intercalarse en la agenda para hacerlas el día siguiente, una estrategia que ayuda a cambiar los malos hábitos a pesar de que requiere de constancia y voluntad.

Por último, durante la jornada de trabajo se deberán servar algunos momentos para descansar y también evaluar el trabajo realizado, algo que es útil para planificar otras tareas que en definitiva harán que el día haya rendido lo suficiente siendo más eficiente.