El pelo está compuesto de 95% de queratina, una proteína fibrosa responsable de la suavidad y de la elasticidad del cabello. Sin embargo, la queratina se destruye progresivamente por culpa de las agresiones que día a día va sufriendo el pelo: tinte, lavado, sol, contaminación, etc.

El alisado brasileño y japonés son dos buenos métodos para recuperar la suavidad capilar. Compuestos de queratina, de colágeno y de agentes para el cuidado, el pelo vuelve a recuperar su suavidad, su brillo y elasticidad natural. El efecto tras alguna de estas dos técnicas puede durar varios meses.

Destinatarios

Para todos los tipos de cabello. No existen contraindicaciones salvo: si se tiene el pelo demasiado fino. En este caso el alisado nos hace perder volumen. El efecto se aprecia más si tenemos un cabello más espeso.

Si la intención es la de desenredar el pelo, los dos métodos son incompatibles químicamente.

La mejor elección

Lo primero que debemos saber es que estos dos tipos de alisado se pueden realizar tras un tiempo de formación. No debemos fiarnos de los sitios que nos proponen una serie de kits de alisado para realizar en casa.

El alisado brasileño tiene sobre todo una función suavizante y no endurecedora del pelo. Si nuestra intención es la de fortalecer el pelo, el tratamiento no debe superar los cinco minutos, en vez de una hora que es lo aconsejado para alisar el pelo.

El producto no modifica la estructura del cabello, y el efecto se da de bruces al cabo de 3 ó 4 meses. Para someternos a este tipo de alisado debemos contar de 2 a 4 horas en la peluquería.

El alisado japonés (Yuko) es un alisado permanente. Es mucho más potente que el alisado brasileño, capaz de endurecer el pelo de forma milagrosa, pero modificando la estructura del cabello a través de un tratamiento permanente.

Ciertamente es más duradero que el alisado brasileño, y podemos contar con un tiempo mínimo de seis meses.