El rubio es un color puntero por excelencia, pero que requiere una serie de cuidados específicos si pretendemos conservarlo mucho tiempo y en su mismo tono natural.

Lo que se debe saber

El cabello rubio suele provenir del aclarado o de una decoloración, es decir un producto que va a modificar la naturaleza de los pigmentos del cabello y por consiguiente levantará las escamas para conseguir el resultado buscado. Tras este tratamiento de choque, el cabello, cuyas escamas no se vuelven colocar exactamente como antes del proceso, se hace poroso y por lo tanto más vulnerable.

El cabello se considera como fragilizado cuando es necesario nutrirlo para que la fibra permanezca densa, suave y lisa. Además de hacerle mucho bien, cuanto más liso el cabello, más brillante resulta, lo que mejora considerablemente la apariencia del color.

Por otro lado, el cabello rubio que se ha vuelto poroso, absorbe todas las substancias (nicotina, contaminación, polvo, grasas de cocina…) lo que puede hacer que su color cambie: es imperativo utilizar productos especiales para cabellos rubios, para volver a recuperar los reflejos originales e impedir que se modifiquen por culpa de las agresiones externas.

Nutrir y brillar

Utilizad sistemáticamente un acondicionador especial para cabellos rubios, y poneos una mascarilla nutritiva para cabellos teñidos o fragilizados, una vez a la semana, dejándola el tiempo requerido de reposo. Más vale ponerse un acondicionador hidratante y para desenredar el pelo tras cada lavado que, querer recuperar el tiempo perdido con una mascarilla super nutritiva, una vez a la semana.

Con esto corremos el riesgo de desequilibrar el pelo y volverlo grasiento. Para las mascarillas, lo ideal es colocarla sobre las puntas, evitando las raíces, desenredando primero el cabello con los dedos, para hacer que el producto penetre mejor, y dejarla reposar unos 20 minutos, si el cabello ha sido aclarado previamente.