A parte del uso de un champú suave para el pelo, es indispensable reparar la queratina, nutriendo el cabello con emulsiones hidratantes, que se deben aplicar con el pelo húmedo, y que contengan aminoácidos y azufre.

También es bueno usar de vez en cuando una mascarilla reparadora (al menos una vez a la semana), respetando escrupulosamente el tiempo de aplicación para no dañar el pelo.

Finalmente, los cepillos (preferentemente con cerdas de jabalí), son los más indicados, a condición de usarlos con delicadeza.

De forma general, se deben evitar las gomas para sujetar el pelo, distanciar la aplicación de la coloración y de las permanentes, y usar el secador de mano, guardando bien la distancia, y a baja temperatura.

Lo ideal es dejar que el pelo se seque al aire libre, y si vivís en una ciudad, evitar salir a la calle con el pelo mojado, porque el polvo en suspensión puede ser muy perjudicial.

Un régimen para el pelo

El secreto de un pelo sedoso y brillante está en el contenido de nuestro plato de comida. El cabello hay que nutrirlo con proteínas, puesto que uno de los principales elementos que configuran la textura del cabello son las proteínas, y concretamente la queratina.

Para mantener la belleza capilar, no deben faltar estos otros aportes en la alimentación: azufre, hierro de origen animal, cinc, y vitaminas del grupo B.

Un pelo desvitalizado puede regularse con suplementos alimenticios. Estos contienen en general substancias que forman parte de su constitución, como la cistina, un aminoácido indispensable, oligoelementos como el cinc, y vitaminas B (B5, B6, B8).

Lo ideal es someterse a una cura estacional de un mes o incluso de varias semanas.