En el campo de la belleza, como en muchos otros, las palabras clave son perseverancia y regularidad. Inútil acumular en los cajones y estanterías decenas de frascos y de tarros, puesto que eso no suele conducir a ninguna parte. Al menos nos hace falta un tratamiento de una duración aproximada de 21 días para evaluar la eficacia de un producto de belleza.

Nada puede pretender cambiar el aspecto de vuestra epidermis en una semana, y menos aún en algunos días. Debéis tener la paciencia suficiente para terminar al menos un tarro, si un producto de belleza os parece que le va bien a vuestra piel. Además, la aplicación de una sola mascarilla no es suficiente, os hace falta el tratamiento completo que la acompaña.

CosméticosEn efecto, es importante adoptar una gama única de productos de belleza. El truco para probar la eficacia de una gama, es intentarlo primero con la crema de cuidados. Es ésta la que mejor os puede dar una primera impresión del producto en su conjunto.

Los cosméticos de base

El primer tarro indispensable para la cara es el de una leche desmaquilladora, ideal para garantizar una limpieza a fondo de la cara. Después viene una crema de base o crema de día, elegida en función de la calidad de vuestra piel, así como una crema que filtre los rayos del sol.

Para la noche, una crema de cuidados, enriquecida con vitaminas, extractos vegetales o proteínas en función de cada caso, es más que suficiente. Si tenéis más de 40 años, también debéis prever un tratamiento revitalizante con una crema regeneradora y una mascarilla rejuvenecedora.

La loción tónica completa la gama, para eso debéis elegir preferentemente un tónico facial si tenéis la piel seca y un tónico astringente para una piel grasa. Para el cuerpo, os hace falta una leche hidratante, un desodorante o antitranspirante, una crema para las manos, y otra para los pies.