Tener una piel particularmente pálida, molesta a muchas mujeres que sueñan con mantener un tono mucho más moreno durante todo el año. Pero, broncearse en invierno no es fácil. Menos más que están los autobronceadores para tener una piel uniformemente dorada durante todo el invierno y sin sufrir ningún tipo de riesgos.

Existen diversos tipos de autobronceadores, disponibles en parafarmacias o en grandes superficies: en spray, en leche corporal, o en cabinas en centros especializados en broceado a través de pulverización.

¿Cuál es el principio que permite a los autobronceadores que la piel adquiera un tono más oscuro?

Los autobronceadores contienen una molécula llamada DHA, que es un azúcar extraído de la corteza del castaño. Esta molécula se oxida poco a poco al contacto con la luz, lo que provoca que la piel se colore temporalmente, en la zona de la capa superficial.

La DHA es una molécula cuya ventaja es que no es alergógena, lo que la hace más tolerable; incluso las personas que tienen una piel sensible y reactiva la pueden utilizar sin ningún tipo de temor, tanto en el cuerpo como en la cara.

Cada autobronceador tiene sus propiedades particulares. Los que vienen en spray son menos grasos, se secan más rápido y pueden ser aplicados más fácilmente en la espalda y en la zona de detrás de las piernas.

Las leches autobronceadoras son más hidratantes que los sprays, y convienen más a las pieles secas.

Las pulverizaciones de autobronceadores hechas en cabinas son las ideales para obtener rápidamente y sin esfuerzos un moreno uniforme en todo el cuerpo. Basta con entrar en una cabina, desvestirse y esperar las pulverizaciones del autobronceador, que son expulsadas en forma de chorros sobre todo el cuerpo, y la cara.

En un minuto el producto se habrá secado y podréis vestiros. El color del autobronceador será establecido por la esteticista, en función de vuestro color de piel.