Las estrellas, por preocupación de mantener una imagen de belleza perfecta, recurren a veces, de manera extrema a la cirugía estética. Para satisfacer las necesidades y mantenerse en el top de la belleza, estas celebridades ponen a la vez su cuerpo y su dinero entre las manos de cirujanos de estética y profesionales de la belleza.

Una respuesta exigente

El hecho de ser una estrella suele ir asimilado a la belleza por excelencia donde todo el mundo debe mirarse para apreciar el lugar social que mantienen algunas ilustres personalidades. Que se trate de estrellas del cine, de estrellas de la canción, o de celebridades del mundo del showbiz, el recurso a la cirugía estética constituye a veces una necesidad imperiosa para mantener la atracción del público.

Las agencias de producción cinematográfica y audiovisual trabajan con muchas agencias de estética para moldear las imágenes y responder así a las expectativas de un público generalmente invadido por campañas de publicidad intensas.

La cirugía estética de mujer

En efecto, recurrir a la cirugía estética permite a las estrellas ponerse guapas en función de aquello que desean y especialmente de aquello que el público y el producto que se desea. De esta forma, la práctica de la cirugía estética puede revestir un carácter únicamente comercial, al ejemplo de las actrices de las películas pornográficas que se hacen operar desmesuradamente los pechos.

En algunas estrellas, el uso de la cirugía estética alcanza el paroxismo, hasta tal punto que se convierten totalmente dependientes de la cirugía estética. En efecto, para conservar una silueta joven, muchas estrellas se efectúan intervenciones quirúrgicas periódicas. Otras estrellas, para estar siempre en el top de la moda, modifican su apariencia física siguiendo las tendencias más en boga.

Los gastos comprometidos por la cirugía estética

Los gastos de la cirugía estética no constituyen una preocupación importante para las estrellas. En efecto, la mayoría de las estrellas se prestan fácilmente a una intervención quirúrgica, sin mirar ni siquiera el valor económico de esta intervención. Algunas efectúan compromisos financieros hasta el límite de la locura.

Atraídas por el poder de la cirugía estética, Victoria Beckham se ha aumentado el pecho. Demasiado desarrollado, más tarde tuvo que recurrir a una reducción mamaria. Estas operaciones le costaron alrededor de 7.000 euros.

Para mantenerse igual de joven que su marido, Demi Moore, invirtió la friolera de 350.000 euros para mantener su apariencia joven, muy envidiada por muchos cinéfilos. De hecho, se ha sometido a diferentes operaciones quirúrgicas de estética, como liposucciones, implantes mamarios, y lifting.

Pero, el récord mundial de la cirugía estética lo tiene sin duda Jocelyn Wildenstein que se habría gastado un total de 3 millones de dólares para responder a sus caprichos quirúrgicos en materia de estética. La transformación que ha dado resultado, no le ha gustado nada a su marido millonario. Sin poder reconocerla, finalmente se separó de ella.