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Muchas veces se confunde el tener unos cuantos kilos de más con el sobrepeso o la obesidad, que en realidad son enfermedades que deben ser tratadas de manera seria y desde una óptica médica.

Un tratamiento adecuado para combatir la obesidad debe estar constituido por una dieta equilibrada y personalizada además de una rutina de ejercicios adaptados a las necesidades de cada paciente.

La obesidad y el embarazoLas consecuencias de no tratar la obesidad o el sobrepeso de manera adecuada pueden resultar graves y van más allá de un tema de estética ya que afectan el organismo pudiendo generar la aparición de diabetes, presión alta, colesterol poco controlado y otra serie de dificultades que se vuelven muchas veces crónicas.

Por todas estas razones cuando se habla de obesidad se hace referencia a una enfermedad que pude darse a cualquier edad e inclusive en el embarazo cuando la mujer debe pensar no solo en ella sino también en el bebé y por lo tanto tener cuidados extras.

La obesidad y el sobrepeso deben ser tratados adecuadamente en todas las personas ya sea de forma preventiva como terapúetica y esto incluye a niños y mujeres embarazadas quienes en ese período deben ser permanentemente monitoreadas para no sumar kilos de más que pueden dificultar el parto y que por lo general son difíciles de bajar una vez que el bebé ha nacido.

El peso de la mujer es uno de los factores importantes que debe controlarse durante el embarazo a través de una dieta equilibrada, personalizada evitando excesos y sobre todo excluyendo la sal, alimentos con grasa, frituras o que aporten demasiados carbohidratos.

Por lo general, los médicos recomiendan a las embarazadas seguir algunas reglas básicas para mantenerse en forma y en un peso adecuado siendo ideal aumentar 1 kilo por mes con una tolerancia de hasta 1,300 kg. mensuales que darán como resultado final un aumento de peso total de 12 kilos durante todo el embarazo.

Dejar atrás los mitos que aseguran que cuanto más peso gana la madre más fuerte y saludable será su hijo es esencial ya que el aumento de peso de la madre de forma descontrolada solo conseguirá un parto con mayores dificultades y un bebé con sobrepeso que posteriormente también sufrirá los inconvenientes de la obesidad.

Otro punto importante es tener en cuenta si el sobrepeso de la mujer se da desde el comienzo del embarazo o se adquiere a través de los nueve meses ya que en el primer caso la embarazada corre el riesgo de sufrir la denominada diabetes gestacional.

Una alimentación adecuada es el pilar fundamental para la embarazada ya que con ello se asegura una gestación saludable, teniendo en cuenta que debe aumentarse el consumo de lácteos y el azúcar consumirla con la ingesta de frutas, excluyendo los alimentos refinados, mientras que las harinas y cereales deben consumirse con moderación prefiriendo el salvado o los cereales con grano entero.