Una actividad física tiene que prepararse. En efecto, proporcionar esfuerzos exige cierta forma física. Igualmente, una alimentación adaptada es necesaria antes de cualquier entrenamiento deportivo. No se trata de comer cualquier cosa, sino de seleccionar los productos energizantes para compensar las pérdidas durante el esfuerzo físico, particularmente si es intenso.

Cabe destacar que la alimentación ayuda a realizar unos rendimientos pero no los mejora. Sin embargo, una mala alimentación conlleva unos rendimientos más bien débiles. Para seguir un entrenamiento deportivo, sin sentir una falta de energía, una alimentación variada y equilibrada es indispensable.

Los alimentos antes del entrenamiento

El cuerpo está mejor preparado para una eventual competición si recibe el aporte energético necesario. Este aporte energético está formado en un 70% de glúcidos que juegan un papel importante en la contracción muscular.

De esta forma, para que el organismo comience a almacenar la energía indispensable antes de cualquier actividad deportiva, más o menos intensa, es necesario alimentarse bien al menos 3 días antes de la competición, privilegiando una comida completa y equilibrada. Proporcionar un esfuerzo deportivo con el estómago vacío puede provocar una reducción de las capacidades físicas.

Antes de un entrenamiento, para que el deportista esté en su mejor forma, debe consumir pasta, arroz, plátanos, huevos, frutas, verduras con carne blanca o pescado, leche, yogur y pan.

La importancia de la hidratación durante el entrenamiento

Durante el entrenamiento, el organismo sufre una pérdida importante de agua. Por esta razón vemos que los deportistas beben agua durante el esfuerzo. Hidratarse a lo largo de la actividad deportiva es importante, incluso si la necesidad no se nota.

El cuerpo está formado por una gran parte de agua, necesita hidratarse después de cada esfuerzo. Esta hidratación permite al deportista realizar mejores rendimientos y conseguir continuar el entrenamiento sin problemas.

La alimentación después del entrenamiento

Comer después de un entrenamiento físico permite al cuerpo recuperarse y reconstituir las reservas que se han quemado durante la actividad física. Es importante destacar que comer 2 horas después de haber realizado un entrenamiento, es recomendable en todos los casos.

Tomar bebidas azucaradas y consumir alimentos con proteínas en pequeñas dosis permite recuperarse sin sentir ningún tipo de pesadez. Una ensalada, patatas cocidas al vapor, huevos, frutas y una sopa son alimentos que se deben privilegiar.

El picolinato de cromo también tiene mucha demanda entre los deportistas, debido al importante papel que desempeña en la productividad de glicemia. Favorece el almacenamiento de glicógeno en los músculos, optimiza la síntesis de las proteínas y estimula la formación de grasas en los tejidos grasos. Por lo tanto, una cantidad insuficiente de cromo provocaría una seria limitación del rendimiento deportivo. Este producto se puede adquirir en la tienda online Myprotein.