En los Estados Unidos, la lipólisis láser es la que más se utiliza. Conviene decir que para combatir la celulitis y la piel de naranja, esta técnica es mucho menos agresiva que la lipoaspiración, es una técnica que está disponible en las principales ciudades de América y Europa, así que puedes encontrar mucha más información de liposucción en Barcelona o en cualquier otra parte del mundo que te interese.

Diferencias entre la lipólisis láser y la liposucción

Generalmente, la liposucción trata sobre todo la grasa localizada en profundidad, mientras que la lipólisis láser se dirige más a la grasa superficial, es decir a la celulitis que forma la piel de naranja. El interés del láser es que trata igualmente la celulitis llamada fibrosa. Muchas mujeres presentan pequeñas acumulaciones de grasa que tienen la particularidad de ser fibrosas.

Esta celulitis fibrosa responde mal a la lipoaspiración, porque el movimiento mecánico de la cánula se detiene por estas fibras, lo que da un resultado bastante irregular. El láser, al enviar los fotones, puede destruir las fibras, responsables de la piel de naranja. En los Estados Unidos, esta técnica tiene mucho éxito y está suplantando a la liposucción en la mayoría de los casos.

Hoy en día hay muchas clínicas de estética en Barcelona, Madrid, Sevilla y otras grandes capitales que realizan la intervención por láser ya que es mucho menos agresiva. Se realiza sin hospitalización, sin anestesia general, y sin ningún tipo de cicatriz.

Vientre plano

El principio de la lipólisis láser

Con anestesia local, se inserta una pequeña aguja que contiene una fibra óptica en su interior en la parte grasa que conviene eliminar. Esta fibra óptica destruye a través del calor todas las células grasas que se encuentra a su paso. Esta destrucción tiene lugar en diferentes planos. Pero se el láser destruye las células grasas, elimina igualmente las paredes de las células y las fibras que mantienen los paquetes de celulitis en su sitio.

La grasa que es liberada se elimina después progresivamente a través de la digestión de las células limpiadoras del organismo, sin necesidad de tener que aspirarlas, como es el caso en la liposucción, puesto que después de la destrucción mecánica de las células grasas con una cánula, hay que aspirar la grasa liberada.

Igualmente, el láser tiene la ventaja de coagular los vasos sanguíneos. Y finalmente, calentando la capa profunda de la dermis, provoca una retracción cutánea, lo que finalmente representa el punto fundamental de la técnica, puesto que al estirar de nuevo los tejidos, se tonifica una zona normalmente poco estética a simple vista.

Igualmente, es interesante conocer que tras la intervención, el resultado no es inmediato. El volumen se va reduciendo lentamente, entre 2 y 4 meses, y el retraimiento cutáneo se percibe entre 4 y 6 meses. Por otro lado, la contención no es tan importante como la que requiere la lipoaspiración. Basta con llevar ropa un poco ceñida.

El interés de este láser es que se pueden tratar pequeñas zonas de forma rápida, en una sola sesión, sin necesidad de hospitalización ni de anestesia general. Es posible tratar zonas fibrosas y hemorrágicas, puesto que el láser coagula al mismo tiempo. Esto hace que se pueda acceder fácilmente a zonas como los tobillos, las pantorrillas, o los brazos.

¿Qué es la liposucción?

La liposucción, o lipoaspiración, o también lipoescultura, es un método quirúrgico con un objetivo estético bien determinado. Se trata de retirar las zonas de grasa localizada en ciertas partes del cuerpo. La liposucción se puede realizar en el vientre, en los michelines, en los glúteos, en las rodillas, etcétera.

La cantidad de grasa retirada durante una liposucción se expresa en volumen y no en peso. El cirujano pretende corregir una forma, y no que se pierdan kilos.

Por lo general, se aspiran 2 litros de grasa por sesión, pero se puede incluso llegar a los 5 litros. Si el volumen de grasa que se va a retirar es demasiado importante, conviene prever dos intervenciones de liposucción dilatadas en el tiempo.

Antes de la intervención

Antes de una liposucción, conviene hacer una consulta con el cirujano de estética, y el anestesista, puesto que hablamos del primer balance preoperatorio. Entonces se puede prescribir un tratamiento homeopático, y habrá que comprar unos pantys de contención para llevarlos justo después de la intervención.

Este tipo de ropa permite evitar los edemas, y limitar el riesgo de flebitis. Para las mujeres que fuman, el tabaco no está contraindicado para una liposucción. Sin embargo, para optimizar la cicatrización, se aconseja dejar de fumar un mes antes de la operación.

También se pide que no se tomen medicamentos que contengan aspirina, los 10 días anteriores a la operación. En función del tipo de anestesia que será escogido, también se puede pedir al paciente que no coma, ni beba durante las 6 horas anteriores a la liposucción.