Casi todas las mujeres conocen la french manucure; pues bien, la french pedicure es su equivalente para los pies, y se trata de una tendencia de belleza que vuelve a surgir con mucha fuerza. Con este método, basado en colores naturales, se acabaron los quebraderos de cabeza para combinar el color de las uñas con el resto de complementos en el vestir.

Un descubrimiento

La french pedicure no es en realidad ninguna novedad en el campo de la estética femenina, a pesar de que vuelva a estar de moda. Se trata de aplicar sobre las uñas de los pies, lo mismo que se hace con las de las manos. Es decir, extender una base de color natural, luego una raya blanca en el borde de la uña, y finalmente una capa protectora transparente o rosa muy claro.

El resultado, si la operación está bien hecha, es muy natural: se da la impresión de tener unas uñas muy bien cuidadas. La ventaja es que la french pedicure dura mucho tiempo, puesto que siempre está requiriendo una nueva capa de barniz. En los pies, la french pedicure tiene la ventaja suplementaria de tener que llevar las uñas cortadas en ángulo recto, cosa que aconsejan los podólogos para evitar los uñeros.

Los inconvenientes de la french pedicure

A pesar de todo, la french pedicure tiene ciertos inconvenientes. Para empezar, es que se suele realizar con uñas postizas, que no son buenas del todo para la salud de las uñas naturales. Después, al igual que para otras formas de cuidados de belleza de los pies, suele ocurrir que la esteticista que la aplica, termine despegando la uña de su agarre natural.

Quizás sea muy estético, pero no es nada bueno para las uñas. Por eso debemos ponernos siempre en manos de buenos profesionales.

Algunos consejos

La french pedicure puede ser buena para los pies, y estética para aquellos hombres que sean fetichistas de los pies femeninos, a condición de respetar algunos consejos:

. el hecho de cuidar las uñas de los pies no debe ser una razón para llevarlas demasiado largas. Que sea por una cuestión de estética, o por razones de salud, las uñas de los pies deben llevarse cortas, pero nunca a ras, para no provocar ningún tipo de encarnación.

. La belleza de los pies no debe impediros que os ocupéis de su buen estado de salud. Es importante quitar el barniz de la uña con un disolvente que no sea muy agresivo. Esto debemos hacerlo de vez en cuando (cada quince días, por ejemplo), para volver a redecorarlas. No se aconseja la aplicación continua de nuevas capas de esmalte, sin haber retirado las anteriores.