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En el ambiente laboral es necesaria una buena conducta y que por tanto la persona cumpla con una serie de características que le ayuden a desempeñar su trabajo con mayor calidad y autoestima.

La asertividad es la conducta que cualquier buen trabajador necesita ya que permite a la persona expresarse con total libertad, sin miedos, y por tanto es la cualidad de poder decir lo que pensamos y sentimos en todo momento. Sin embargo, este modo de actuar es respetuoso con los demás, ya que en todo momento se respeta las opiniones y sentimientos ajenos.

Las características de la persona asertiva son: la libertad de expresión, la comunicación de manera directa y franca, sin dobleces, tienen desarrollada la «inteligencia emocional», es decir, la comprensión de cualquier tipo de persona, además de aceptar sus limitaciones con naturalidad, siendo una persona respetable.

La persona asertiva es una persona eficiente en sus relaciones interpersonales, por lo tanto también lo es en el espacio de trabajo. Sus capacidades ayudarán a la persona a ayudar a sus compañeros en todo aquello que necesiten, por lo tanto la persona asertiva es por definición buen compañero de trabajo.

La asertividad es pues la capacidad de aceptar y dar a conocer las propias opiniones teniendo en cuenta las opiniones de los demás, intentando no ser ni una persona pasiva ni agresiva.

Para aprender a ser una persona asertiva tiene que existir la voluntad de aprendizaje y espacios para poder desarrollarla. En el trabajo la asertividad se traduce como capacidad de liderazgo, de capacidad de logro y de motivar a los demás. La asertividad tiene como finalidad desarrollar estrategias de mejora, de productividad, de autogestión.

Es por eso que la asertividad es una de las características más deseadas en cualquier trabajo, ya que una persona asertiva será capaz de dar a la empresa aquello que necesita.