• Autor de la entrada:
  • Tiempo de lectura:3 minutos de lectura

Después de meses y meses con la misma rutina y los mismos horarios que a una la vuelven loca con tanto ajetreo, llega al verano y con él un poco de calma y tranquilidad, la época ideal para olvidarse de la horrible rutina que nos persigue todo el año.

No obstante, este ciclo vacacional que parece ser el edén para todos, tiene sus cosas positivas pero también sus cosas negativas. Entre las cosas negativas es el exceso de tiempo que de repente los miembros de una familia se ven obligados a compartir.

familiaAcostumbrados a ver a nuestros familiares unas horas determinadas del día, pasamos a verlos de manera constante, cosa que puede crear pequeños roces que durante en nuestro ajetreado día a día no se ocurrían.

Pasar demasiado tiempo con una persona puede llegar a ser equivocado. Es como cuándo te vas a vivir con alguien por primera vez, la convivencia, las pequeñas cosas de cada uno, las pequeñas manías, afloran en la cotidianidad y es allí dónde demostramos quiénes somos en realidad.

En la época vacacional en la que los miembros de la familia pasan mucho tiempo juntos, sobretodo si se van de vacaciones fuera en un país extranjero dónde la comunicación pasa sobretodo entre ellos, puede complicar las cosas. En ese caso es necesario dejar un poco de tiempo para la intimidad de cada uno, intentando no entrar demasiado en el terreno personal.

Por lo que se refiere a las relaciones de pareja, las vacaciones es la época perfecta para poner a prueba cualquier tipo de relación. Dicen que durante las vacaciones es cuándo más parejas rompen ya que el exceso de tiempo juntos, al contrario de lo que parece según esa frase en roce hace el cariño, puede llegar a ser perjudicial.

Así que si llevas días pensando en como puede afectar tantas horas acompañada sin la rutina que caracteriza tu día a día, tranquila, toma aire, haz cosas entretenidas, involucra a todo el mundo y deja que el tiempo devenga disfrutando al máximo tus semanas de vacaciones. Cuándo vuelvas al trabajo, al menos, que tengas algo maravilloso que contar.