La sonrisa juega un papel importante en el arte femenino de la seducción. Y si además ponemos sobre los labios una serie de añadidos para realzar los encantos naturales, la sonrisa se convertirá en nuestra mejor carta de presentación. Con algunos trucos podemos conseguir una sonrisa y unos labios irresistibles.

El cuidado de los labios y los dientes

Primeramente, una visita al dentista se impone. Una vez que tenemos los dientes limpios, y blanqueados si es necesario, deberemos imponernos una buena higiene cotidiana para conservar los dientes limpios y sanos.

También podemos utilizar algunos productos que se venden en farmacias para blanquear los dientes, a pesar de que los resultados no son siempre muy eficaces, y el precio puede resultar bastante caro.

Para los labios, proceder a una exfoliación suave con algún tipo de cosmético específico para el peeling labial. Con la mayor frecuencia posible debemos hidratar los labios y elegir unos cuidados enriquecidos para la noche. Sobretodo, no os mordáis los labios, y no os arranquéis las pieles muertas.

La elección del color

Elegid el color que más os convenga. Evitad los cambios bruscos si tenéis la costumbre de utilizar un color natural. Privilegiad los tonos que mejor vayan con vuestro tono natural de piel. De esta forma, las rubias con pieles claras deberían ponerse colores tirando al rosa claro y beige natural. Las morenas deberán elegir colores más rojos y burdeos, mientras que las pelirrojas elegirán tonalidades naranjas.

Contorno de labios

Comenzad por trazar el contorno de los labios con la ayuda de un lápiz del mismo tono que el color natural. Más vale alejarse de las tonalidades que se asemejen al color del carmín que vayáis a utilizar. El contorno no debe destacar, puesto que se trata sólo de realzar vuestros labios, evitando que el cosmético de labios sobresalga de la línea natural.

Después de haber hidratado los labios, aplicar el color con la ayuda de un pincel. Para esto, coged un poco de pintura directamente de la barra de labios, y extenderla desde el centro de los labios hacia la parte de los bordes, y luego de los bordes hacia el centro.