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El día de la boda es una fecha que puede vivirse con ilusión o con presión psicológica. Cuando dudas de si realmente quieres casarte con tu pareja, vives con angustia la cuenta atrás para esta fecha. Y no tanto por este día en sí mismo como por el después. Es decir, cuando una persona no quiere casarse, visualiza la etapa posterior a la boda con tristeza y sufrimiento. ¿Cómo salir de dudas y aclarar tus sentimientos?

Consejos para salir de dudas

En primer lugar, es recomendable que seas sincera contigo misma. Porque nadie puede darte la respuesta. Más que tú misma. Sin embargo, sí puede ayudarte hablar con una persona de confianza. Despreocúpate de aquello que puedan opinar los demás. Se trata de tomar la decisión más acertada para ti y tu felicidad.

Si todavía no habéis enviado las invitaciones de boda, entonces, la anulación puede tener una menor repercusión social en el entorno próximo. Sin embargo, esto no es lo más importante.

¿Dudas antes de la boda? Cuándo anularla

Es natural sentir nerviosismo durante los días previos a la boda. Sin embargo, existe una diferencia importante entre el estrés positivo que es aquel que resulta adaptativo para afrontar los preparativos de la cuenta atrás. Y el estrés negativo, que es aquel que te lleva a vivir este día con sentimientos de huida y evitación.

Sin embargo, los sentimientos son tan complejos que es importante que reflexiones sobre cuál es la causa por la que te sientes de este modo. Ya que una persona puede querer continuar con los planes de boda, sin embargo, no se siente cómoda con el tipo de celebración. Por ejemplo, tal vez prefiere un evento más íntimo en lugar de una celebración con tantos invitados. En ese caso, puedes hablar con tu pareja para organizar una celebración que se ajuste a las expectativas de ambos. Es importante negociar.

Cómo anular la boda

Para anular la boda, es recomendable comunicar la noticia a los invitados de un modo personal. No se trata de contar detalles íntimos de esta decisión, tú decides hasta dónde quieres compartir (esto depende del grado de confianza que tienes con cada persona). Sin embargo, sí es recomendable informar del asunto de un modo personal. Cada uno puede encargarse de comunicar la información a sus familiares directos y amigos cercanos.

Este paso es muy importante para evitar, en lo medida de lo posible que los invitados hagan gastos propios de la asistencia a la boda. Por ejemplo, comprar ropa nueva. O hacer un regalo. Si ya has recibido regalos de boda, entoces, tienes que devolverlos personalmente. 

Cuando más próxima sea la fecha de la boda, más difícil será la cancelación. Y en muchos casos, cancelar el acto puede suponer perder dinero, por ejemplo, la reserva del restaurante. 

También es fundamental informar a todos aquellos proveedores que han colaborado en la organización del evento para cancelar las distintas gestiones. En ocasiones, puede ocurrir que la boda no se cancele pero sí se posponga. Por ejemplo, por motivo de enfermedad de algún familiar cercano. Sin embargo, son situaciones diferentes.