Con el sol y el verano llega el momento de guardar la ropa de invierno y renovar el fondo de armario. Sinónimo de sol y de ligereza, el vestido es el estilo de la temporada estival. Pero antes de lanzaros a comprar cualquier prenda, conviene saber bien cuál es la tendencia de esta temporada.

Los colores del verano

A ejemplo de las flores que se abren, los vestidos del verano se visten de bonitos colores llamativos. Desde el vestido ligero de color limón, al vestido naranja, son muchas las opciones para un tiempo de libertad y alegría. Las más tímidas elegirán un vestido sencillo, verde menta o verde anís, perfecto para realzar sutilmente cada curva de vuestra silueta.

Estilo-semanaUn vestido color coral o rosa ofrece un contraste sutil y delicado con vuestro bronceado. El vestido estampado con margaritas amarillas, violeta o azul marino también es tendencia en esta semana. Entre los vestidos estampados con flores, también se pueden elegir los motivos exóticos, pero sin caer en lo sobrecargado. Una de las tendencias del estilo de esta semana es el look étnicochic, representado por los tonos ocres, beige y marrón.

Un estilo diferente para el verano

Este verano, la palabras que más se usa es lo informal. Pero esto no os impide mantener el lado más femenino y sensual. Los creadores de moda han cuidado exquisitamente este aspecto. Para estar a la última, deberéis compensar los vestidos con gráficos y los vestidos clásicos. Para la mañana, decantaos por un look fresco y sensual gracias al vestido largo, con o sin tirantes.

Para un look más picante, lo ideal es llevar un vestido con la espalda al aire, realzando así vuestra feminidad, si pensáis salir con amigos. Para las noches, lo que más se lleva es un vestido vintage. Pero conviene decantarse por un vestido negro, con un escote generoso, o un vestido recto con rayas.

Estos colores se adaptan bien a las formas de vuestro cuerpo, pero sin caer en lo vulgar. Si el fin de semana vais a la playa, el look gipsy es lo que más se lleva. Con este tipo de prenda no pasaréis desapercibidas, al igual que llevando una falda pareo.