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Durante las vacaciones solemos hacer algunos cambios en nuestra alimentación y dejamos un poco de lado el estar contando la calorías que consumimos, cediendo a ciertas tentaciones tanto dulces como saladas que suman algunos kilos de más a nuestra figura.

Pero desafortunadamente al volver de vacaciones nos encontramos con una ingrata sorpresa y es que hemos aumentado de peso y todos los beneficios obtenidos gracias a la operación bikini quedan totalmente desterrados.

Dieta para después de las vacacionesSin embargo, no es motivo para desesperarse a pesar que necesitaremos tomar algunas medidas para volver a nuestro peso ideal y saludable, pero comenzando poco a poco sin hacer cambios bruscos permitiendo que tu cuerpo y mente se adapten al fin de las vacaciones y la vuelta a las rutinas diarias.

Como primera medida comienza por hacer un menú semanal incluyendo alimentos que sean nutritivos pero que no aporten calorías en exceso, eliminando las grasas, demasiados hidratos de carbono, productos industrializados y bollería.

Hacer cinco a seis comidas diarias permite no pasar hambre y evita los deseos de comer dulces, facilitando además la absorción de los nutrientes que el organismo necesita, estimular el metabolismo y favorecer la sensación de saciedad.

Deja de picotear entre horas y opta siempre por alimentos ligeros tanto para el almuerzo como para la merienda y cena, pero siempre consume un desayuno completo ya que este es el secreto para tener energía para comenzar la jornada.

Incluye actividad física ya sea salir a caminar, andar en bicicleta, hacer gimnasia en casa o bien ir a un gimnasio, pero cualquiera sea la opción debes ser constante.

Al diseñar tu dieta no olvides incluir:

  • Frutas y verduras

Son ricas en fibra y agua además de aportar pocas calorías, siendo los alimentos estrella a la hora de diseñar una dieta equilibrada, sana y de bajas calorías, siendo ricas en antioxidantes y vitaminas E, C, además de carotenos, licopeno, zinc y selenio.

  • Lácteos

Son necesarios dentro de la dieta diaria pero siempre debes optar por los desnatados y tomar entre 2 y 3 raciones diarias. Añade a la dieta yogur, leche y quesos bajos en grasas.

  • Carne, pescado y huevos

Como máximo debe consumir dos raciones al día y de preferencia pescados azules ricos en Omega 3, además de carnes magras de cerdo o ternera y pollo sin piel, siempre cocidos a la parrilla, plancha, al vapor o en papillote.

  • Pan, pastas, patatas y arroz

Incluye estos alimentos en la dieta pero en proporciones pequeñas y en el caso del pan prefiere el de harina integral que ayuda a prevenir el estreñimiento y tiene mayor poder saciante.