Antes de comenzar un tratamiento en casa, más vale hacer un primer test cutáneo. Aplicad una pequeña cantidad de crema sobre la parte que deseáis tratar y seguid las instrucciones de utilización del producto, después esperad 24 horas por si hubiere algún tipo de reacción.

También debéis comprobar que la crema que habéis comprado es la apropiada para la parte del cuerpo que vais a depilar.

Efectivamente, las cremas que están concebidas para depilar el vello de las piernas, son generalmente más fuertes que las que están destinadas al vello de la cara.

Comenzad por aplicar un tejido caliente sobre la parte del cuerpo que vais a tratar para suavizar los vellos y dilatar sus folículos. Con esto permitís que la crema se absorba bien y actúe sobre la raíz del pelo.

Si los folículos pilosos están taponados, la crema disolverá solamente los vellos de la superficie de la piel.

Aplicad la crema sobre la parte del cuerpo que debéis tratar y dejad actuar el tiempo marcado en las instrucciones del producto (generalmente unos minutos).

No superéis este tiempo puesto que con eso no mejoraréis el proceso de depilación, y podéis causaros ciertos problemas de piel, por lo agresivo de sus componentes.

Lavad bien la parte que habéis tratado para garantizar que la totalidad de los residuos han sido eliminados.

Los efectos del tratamiento deberían durar varias semanas, si se efectúan de esta manera, lo que hace que sea una técnica de depilación casera de las más duraderas a nivel de los resultados.