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El hogar es un espacio de bienestar y de intimidad. Cuidar la calidad del descanso ayuda a mejorar la calidad de vida. La falta de descanso adecuado produce cambios bruscos de humor, irritabilidad del carácter, despistes, dificultades de concentración en el trabajo, estrés y acumulación de cansancio. ¿Qué hábitos puedes potenciar para reforzar tu descanso?

Es saludable ventilar cada mañana la habitación durante diez minutos. Una temperatura de 22ºC puede ser agradable para el descanso. Para lavar las sábanas, puedes utilizar un suavizante cuyo aroma te guste especialmente ya que una fragancia también puede aportar relajación cuando transmite sensación de bienestar.

Consejos para mejorar tu descanso

Uno de los pilares del descanso adecuado es el establecimiento de unos horarios habituales adaptados a las necesidades personales. Existen trabajadores que a pesar de tener que ir temprano al trabajo al día siguiente, se quedan viendo hasta tarde la televisión el día anterior.

Con la proximidad del verano es un buen momento para reflexionar sobre los hábitos personales con el objetivo de modificar algunas costumbres del estilo de vida. En la lista de prioridades diarias, un buen descanso debe de ser uno de los principales objetivos. Diferenciando, a partir de allí, qué es prioritario y qué es secundario.

Además, conviene valorar más allá de la acción inmediata. Es decir, el entretenimiento que puede aportar ver una película interesante por la noche puede aportar un entretenimiento puntual en ese instante. Sin embargo, conviene valorar las consecuencias que la falta de descanso traen consigo al día siguiente.

Realizar deporte es muy saludable para estar en forma y tener una higiene mental positiva. Sin embargo, a ser posible es recomendable no realizar deporte al final de la tarde. Despide la jornada con hábitos tranquilos y relajantes. Apaga el teléfono móvil durante la noche o déjalo fuera de la zona de descanso.

Existen placeres que pueden ser muy agradables pero que conviene disfrutar solo de vez en cuando en caso de tener dificultades para dormir bien: ver la televisión desde la cama o leer un libro.  Es positivo vincular una estancia de la casa únicamente con el descanso y la relajación.

En caso de tener dificultades para dormir bien de un modo habitual, es recomendable consultar estas dificultades con el médico para poder recibir asesoramiento. Existen algunas rutinas al final de la tarde que ayudan a reforzar el descanso. Por ejemplo, un baño de agua tibia.

Planifica algunos de los detalles del día siguiente en la noche anterior, por ejemplo, puedes dejar preparado el almuerzo que llevarás al trabajo y el look que llevarás a la oficina. Echa también un vistazo a la agenda para comprobar qué tareas tienes previstas para el día siguiente. Esta planificación te ayuda a ganar tranquilidad.

Cuidar el orden externo de la habitación también ayuda a reforzar una disposición interior adecuada hacia el descanso.