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Tanto el sobrepeso como la obesidad , el aumento de problemas cardiovasculares y otras dolencias relacionados con el sedentarismo, es un mal que afecta tanto a los adultos como a los más jóvenes.

La actividad física es importante para acabar con estos problemas, ya que su acción incluye el trabajo de la masa muscular que eleva el nivel metabólico y energético, teniendo en cuenta además que nuestro cuerpo se encuentra genéticamente preparado para esta función.

La actividad física es un elemento vital  para mejorar nuestra salud, pero teniendo en cuenta ciertas cosas importantes como la distinción entre actividad física, entrenamiento y ejercicio.

Así la actividad física por lo general no genera cambios a nivel celular ni del sistema corporal y por ello no modifica la capacidad funcional del cuerpo, a pesar que con ella se produce un gasto de energía la exigencia normalmente es abastecida perfectamente por los depósitos energéticos que se encuentran en los músculos, que por otro lado se recuperan de inmediato.

En cambio, el ejercicio físico es una actividad que se hace de forma intencional, por ejemplo practicar algún deporte, ir al gimnasio, nadar, etc. y la diferencia radica en que la persona debe estar de acuerdo en cumplir las reglas y exigencias biomecánicas de la técnica y muchas veces debe estar dispuesto a lidiar también con las exigencia de un eventual oponente, en el caso de las práctica de artes marciales.

El entrenamiento físico es una acción formada por ejercicios que se encuentran dosificados tanto en volumen como en intensidad, ya sea en la sesión de entrenamiento como en la distribución de las sesiones durante la semana o el mes.

Por lo general,  un entrenamiento comienza entrando en calor por 10 minutos, luego se continua con ejercicios de resistencia aeróbica y anaeróbica con el objetivo de mejorar la capacidad pulmonar.

También,  la resistencia se puede mejorar con ejercicios de larga duración y varias repeticiones, en tanto que la potencia puede optimizarse con trabajos de muy corta duración pero de carga máxima, llamados trabajos con sobrecarga.

Los abdominales y espinales también poseen un papel importante ya que son los músculos encargados de sostener la columna, producen una buena postura protegiendo hígado y riñones. También, pueden mejorarse con ejercicios como flexiones y extensión de tronco.

El entrenamiento varía de acuerdo al estado físico que desea lograrse y es de mucha importancia contar con la colaboración de buen preparador físico que domine las rutinas.

Una programación de entrenamiento mal diseñada dará como resultado la fatiga muscular.

Ponerse en movimiento es la clave, para estar en forma y saludables.