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Conocido también como “huautli” el amaranto es una planta que originalmente se cultivó en América por el pueblo Maya quienes en la época la consideraban sagrada ya que era famosa por sus numerosas propiedades para la salud.

De la planta del amaranto es posible tanto aprovechar el grano como las hojas que son una buena fuente de proteína, además de contener provitamina A y Vitamina C, mientras que la semilla, muy similar en sus características a los cereales, es capaz de satisfacer en gran medida la ración diaria recomendada de este alimento.

Según los especialistas el valor protéico que tiene la semilla de amaranto es mayor al de otros cereles convencionales tales como el arroz o el trigo, pues contiene también lisina, un aminoácido esencial para la vida.

semillas amaranto

Beneficios del amaranto

Fuente de proteína vegetal y muy apreciado por los deportistas veganos el amaranto contiene calcio, ácido fólico, hierro y fósforo, además de vitaminas A, B, C, B1, B2 y B3.

Gracias a sus propiedades nutritivas el amaranto es utilizado también para ayudar a personas con osteoporosis, diabetes, hipertensión y hasta obesidad, siendo un alimento recomendable en dietas para celíacos porque aporta proteína vegetal, aminoácidos y nutrientes que son escasas en personas que sufren de esta enfermedad.

Varios estudios científicos realizados han demostrado que la semilla de amaranto tiene varios componente que ayudan a prevenir el cáncer y al tener un alto porcentaje de ácido oleico y linoleico, ambas sustancias grasas capaces de reducir el colesterol y fundamentales para la prevención de dolencias cardiovasculares.

El amaranto también es un alimento que ayuda en las dietas para adelgazar pues incluido en las distintas comidas diarias tiene un gran poder de saciedad y además brinda una nutrición adecuada.

Como incluir em la dieta el amaranto

Lo primero a tener en cuenta es que debe aprovecharse al máximo los beneficios del amaranto y los nutrientes que aporta al organismo. Por ello lo primero que debe hacerse es moler las semillas.

Siempre es recomendable añadir las semillas de amaranto molidas crudas a los alimentos, no cocinarlas y mucho menos freirlas pues pierden sus propiedades nutritivas casi por completo.

Como cualquier cereal las semillas de amaranto pueden consumirse a diario sin problema, salvo en personas con predisposición a formar cálculos, siendo por lo demás un alimento recomendable para quienes desean tener más energía y regularizar sus problemas intestinales.

Para una mejor conservación de las semillas de amaranto es conveniente guardarlo separado de otras semillas, siempre en el refrigerador pues el calor activa el aceite que es propio de este cereal y se acelera así el proceso de putrefacción.

Existen también infinidad de recetas tanto dulces como saladas en las que pueden utilizarse las semillas de amaranto, una forma de incluir este alimento en la dieta diaria de manera diferente.