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La relación entre ansiedad y comida puede muchas veces transformarse en algo peligroso tanto por la adquisición de kilos de más como por los problemas de salud que puede traer aparejada.

Por esa razón,  cuando se está realizando una dieta para adelgazar y la ansiedad está presente de forma constante es bueno saber de que manera manejar este problema y tratar de reducirlo.

El estrés y las tensiones que se viven a diario pueden derivar muchas veces en un estado de ansiedad que genera que la persona se vuelque a la comida y como consecuencia de ello abandone progresivamente la dieta para bajar de peso.

Este cuadro se transforma en un círculo vicioso que genera frustración y un mayor grado de ansiedad. Este círculo debe ser interrumpido y tratar el problema de la ansiedad, ya que de lo contrario se seguirá siempre en el mismo punto.

Lo importante es tener presente que cuando se está realizando una dieta para adelgazar pueden ocurrir algunas recaídas que hacen que se ingieran alimentos fuera del menú establecido, pero esto no es razón para abandonar el plan previamente trazado, sino encontrar soluciones que nos ayuden a reducir el nivel de ansiedad que lleva a esa situación.

El salir a caminar es un buen truco para alejarnos de la comida, además esta práctica produce placer y reduce la ansiedad.

La visualización de los objetivos que deseamos alcanzar en cuanto a nuestro peso debemos tenerlos por escrito y en lugares visibles, por ejemplo en la puerta del refrigerador.

Es increíble el efecto que causa en nuestro cerebro el ver reflejado en el papel los objetivos concretos, en este caso bajar de peso. Es un recordatorio constante que nos ayuda a no cometer abusos con la comida.

También, el evitar comprar aquellos alimentos que son ricos en hidratos de carbono refinados y grasas, al no tenerlos en casa la tentación de comer este tipo de alimentos disminuye casi por completo.

Por ello planificar el menú diario y hasta el semanal, ayuda a la hora de realizar las compras ya que podemos limitar los alimentos adquiridos a aquellos que formarán parte de la dieta.

Para los momentos de ansiedad es bueno tener siempre a mano, frutas, yogur, gelatinas diet o queso magro, que contienen pocas calorías y brindan sensación de saciedad.

Mantener la mente ocupada nos ayuda a no estar constantemente pensando en la dieta y en la comida. Por ello,  es recomendable tener algún pasatiempo que realmente sea de nuestro agrado donde la comida no sea parte.

Llegar al peso perfecto es posible