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La anorexia es un trastorno de alimentación que produce un gran sufrimiento no solo al paciente sino también, al entorno familiar. Un síntoma de alarma es que el paciente tenga un peso de un 15% más bajo de lo habitual según su grupo de edad. No siempre resulta sencillo identificar las señales de alarma de este trastorno pero conviene estar especialmente atento a estos síntomas:

1. Una pérdida notable de peso en un breve espacio de tiempo. Además, la persona realiza comentarios negativos sobre su propia imagen corporal al mirarse en el espejo. Tiene una autopercepción marcada por el rechazo y la culpa.

8 síntomas de anorexia

2. La persona comienza a establecer un cambio en sus rutinas habituales. Por ejemplo, muestra una predisposición elevada hacia la realización de ejercicio físico. Y también, cambia sus hábitos de alimentación, pone excusas para no comer el menú completo de ese día. De hecho, un síntoma habitual de una persona que sufre anorexia es que no se siente cómoda en comidas y meriendas en compañía por lo que, en la medida de lo posible, tiende a evitarlas. Por esta razón, surge una tendencia hacia el aislamiento, hasta el punto de perder incluso relaciones de amistad.

3. Al hacer la cesta de la compra, la persona consulta de forma obsesiva toda la información de cada producto con el fin de estar informada sobre el contenido calórico. Surge una obsesión habitual por la alimentación y el peso, siendo este un eje central de la vida del afectado que tiene pánico de aumentar su talla de pantalón.

4. Uno de los riesgos de una alimentación poco equilibrada y variada es que las carencias nutricionales pueden notarse en la salud del cabello. Pudiendo incrementarse la caída del pelo.

5. Uno de los síntomas habituales de anorexia es el hábito que tiene la persona de pesarse varias veces al día para comprobar cuál es su peso exacto. Este gesto, además, produce ansiedad. La pérdida de peso está también acompañada por la consecuencia de la malnutrición.

6. Debilidad muscular y falta de energía y vitalidad para hacer frente a las ocupaciones diarias de la agenda. Esto produce una sensación de cansancio y fatiga generalizada. La persona puede llegar a sufrir incluso mareos o vértigos.

7. Una de las consecuencias de este trastorno es la mentira, es decir, la ocultación de ciertos hábitos y rutinas como consecuencia de una distorsión cognitiva de quien tiene una autopercepción irreal cuando se mira en el espejo. Una de las sensaciones de una persona que sufre anorexia es sentirse gorda. Y suele mentir sobre aquello que dice haber comido.

8. Irritabilidad del carácter y cambios bruscos de humor también pueden mostrar el sufrimiento anímico de una persona que atraviesa una etapa de vulnerabilidad.

La Federación Española de Asociaciones de Ayuda y Lucha contra la Anorexia y la Bulimia compuesta por asociaciones de distintas provincias y comunidades autónomas realiza una gran labor de asesoramiento y prevención en la lucha contra esta enfermedad.

La asociación nos envía mensajes positivos de autoestima: «Quiérete como eres. Tienes mucho que ofrecer a tu entorno». Y este es otro mensaje: «Somos diferentes. Todos tenemos una estrella que nos hace destacar».